ESPEJOS
ROTOS
UNA TEORIA DEL AUTISMO
Los estudios en el sistema de neuronas en espejo pueden revelar pistas sobre las causas del autismo y ayudar a los investigadores a desarrollar nuevas maneras de diagnosticar y tratar el desorden.
Por Vilayanur S. Ramachandran y
Lindsay M. Oberman
En un primer vistazo si conocieses a un chico con autismo no podrías reconocer nada raro. No obstante, si tratas de hablar con él, rápidamente te sería obvio que algo está seriamente mal. Él no puede tener contacto visual contigo; de hecho puede evitar tu mirada y agitarse, mecer su cuerpo de un lado a otro, o golpear su cabeza contra un muro. Más desconcertante, él puede no ser capaz de llevar a cabo lo que remotamente parezca una conversación normal. Aunque él puede experimentar emociones tales como el miedo, rabia y placer, puede tener una genuina falta de empatía hacia otras personas y ser inconciente a las señales sociales sutiles que la mayoría de los niños podría captar con facilidad. En 1940 dos médicos – el psiquiatra americano Leo Kanner y el austriaco Hans Aspergen – independientemente descubrieron este desorden del desarrollo, el cual aflige a cerca de 0.5 por ciento de los chicos america-nos. Ninguno de los investigadores tenía conocimiento del trabajo del otro, y aun por una extraña coincidencia cada uno le dio al síndrome el mismo nombre: autismo, el cual deriva de la palabra Griega autos, que significa “solo.” El nombre es adecuado, ya que la mayoría de las características conspicuas del desorden es una falta de de la interacción social.Más recientemente, los médicos han adoptado el término “espectro del desorden del autismo” para hacer claro que la enfermedad posee muchas variantes relacionadas que oscilan ampliamente en cuanto a severidad aunque comparten algunos síntomas característicos.Desde que el autismo fue identificado, los investigadores han luchado por determinar que lo causa.
Los científicos saben que la susceptibilidad al autismo es heredado, aunque los factores de riesgo ambientales también parecen jugar un papel [ver “Los Orígenes del Autismo” por Patricia M. Rodier: Scientific American, Febrero 2000].
A finales de 1990, los investigadores de nuestro laboratorio de Universidad de California, San Diego, se dispusieron a explorar si existía una conexión entre el autismo y una recientemente descubierta clase de célula nerviosa, dentro del cerebro, llamadas neuronas en espejo. Debido a que estas neuronas al parecer están involucradas en habilidades tales como la empatía y la percepción de otras intenciones individuales, parecía lógico plantear la hipótesis que una disfunción en el sistema de las neuronas en espejo podría resultar en algunos de los síntomas del autismo. Sobre la pasada década varios estudios han proporcionado la evidencia para esta teoría. Más investigaciones de las neuronas en espejo pueden explicar como surge el autismo, y en los procesos médicos estás pueden desarrollar mejores formas de diagnostico y tratar exitosamente el desorden.
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