viernes, 21 de noviembre de 2008

Fragmento del libro "los orígenes de la civilización (titulo original "Man Makes Himself" publicado en 1951)de Vere Gordon Childe

...los biólogos han dividido el mundo orgánico en reinos y subreinos. Estos últimos los subdividen en phyla, los phyla en clases, las clases en familias, las familias en géneros, y los géneros en especies. La paleontología investiga el orden en que los diversos phyla, géneros, etc., surgieron en nuestro planeta. Están dispuestos, en cierto modo, dentro de una jerarquía evolutiva. en el reino animal, el phylum de los cordados está clasificado en rango superior a los phyla de los protozoarios (que incluyen gérmenes, algunos animales marinos, y otros), y de los anélidos (lombrices de tierra). Dentro del phylum, los vertebrados ocupan la posición más elevada y, entre los vertebrados, los mamíferos (animales de sangre caliente que amamantan a sus crías) tienen un rango superior al de los peces, las aves, y los reptiles. Aqui, el rango depende del orden de aparición. "Superior" significa aparición posterior en el registro de las rocas; en un corte geológico ideal, las formas más antiguas de la vida ocuparían las capas más profundas, mientras que las más recientes harían su aparición muy cerca de la superficie. si el biólogo se aparta de algún modo de esta ordenación puramente cronológica, se expone a quedar involucrado en controversias metafísicas, en las cuales, como científico, se encuentra poco dispuesto a embarcarse...

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Parasites, ecosystems and sustainability:an ecological and complex systems perspective


Pierre Horwitza,*, Bruce A. Wilcoxb
aConsortium for Health and Ecology, Edith Cowan University, 100 Joondalup Drive, Joondalup, WA 6027, Australia
bAsia-Pacific Institute for Tropical Medicine and Infectious Diseases, John A. Burns School of Medicine, University of Hawaii, Honolulu 96822, Hawaii
Received 20 December 2004; received in revised form 16 March 2005; accepted 16 March 2005

Abstract
Host–parasite relationships can be conceptualised either narrowly, where the parasite is metabolically dependent on the host, or more
broadly, as suggested by an ecological–evolutionary and complex systems perspective. In this view Host–parasite relationships are part of a
larger set of ecological and co-evolutionary interdependencies and a complex adaptive system. These interdependencies affect not just the
hosts, vectors, parasites, the immediate agents, but also those indirectly or consequentially affected by the relationship. Host–parasite
relationships also can be viewed as systems embedded within larger systems represented by ecological communities and ecosystems. So
defined, it can be argued that Host–parasite relationships may often benefit their hosts and contribute significantly to the structuring of
ecological communities. The broader, complex adaptive system view also contributes to understanding the phenomenon of disease
emergence, the ecological and evolutionary mechanisms involved, and the role of parasitology in research and management of ecosystems in
light of the apparently growing problem of emerging infectious diseases in wildlife and humans. An expanded set of principles for integrated
parasite management is suggested by this perspective.
q 2005 Australian Society for Parasitology Inc. Published by Elsevier Ltd. All rights reserved.

Fisiología del sExO