jueves, 20 de noviembre de 2008

MANUAL DE PRACTICAS DE FISIOLOGIA

PRÁCTICA I.

Material:

1.    Rana
2.    Tabla de disección
3.    Ligas
4.    Tachuelas
5.    Estilete
6.    Solución Ringer
7.    Eter
8.    Un vaso o campana para inducir la anestesia
9.    Tijera de Mayo
10.    Tijera fina
11.    Tijera gruesa (suficientemente resistente para cortar y triturar hueso)
12.    Caja Petri
13.    Toallas de papel
14.    Papel encerado
15.    Algodón
16.    Hilo fino


EXPLORACIÓN ANATOMO-FUNCIONAL DE LA RANA

Procedimiento

•    Para inmovilizar a la rana, empape con eter una torunda de algodón, la que se coloca junto a la rana bajo el vaso o la campana, comprobando a intervalos el grado de inmovilización y anestesia del animal. Por medio de tachuelas y ligas fije a la rana sobre su cara dorsal y practicando las incisiones marcadas visualice el corazón y los grandes vasos. Dibuje los planos anatómicos tal y como van apareciendo. Observe la morfología del corazón tanto por su cara anterior como por la cara posterior.

DISECCIÓN DEL GASTROCNEMIO Y PREPARACIÓN NEUROMUSCULAR

Procedimiento

•    Envuelva a la rana en una toalla de papel y sujetándola con la mano izquierda (si es zurdo ocupe la mano derecha) haga flexionar la cabeza apoyando en el dedo índice sobre la región nasal de manera que la articulación occipitoatloidea forme un ángulo de 90º. Tomando como punto de referencia la intersección de una línea que pase por el borde posterior de los tímpanos con la proyección perpendicular de la línea media, sitúe la proyección superficial da la articulación  mencionada. Introdúzcase el estilete a través de la piel en este punto, donde se forma el ligamento articular y se llega al bulbo, destrúyalo con repetidos desplazamientos transversales de la punta del estilete. Esta maniobra separa el encéfalo de la médula e interrumpe las vías motoras centrales y de los miembros, pero deja intacta la actividad refleja de la médula espinal.

•    Introduzca nuevamente el estilete por la articulación occipitoatloidea y dirigiendo la punta hacia el polo anterior muévala de un lado al otro para destruir el encéfalo. Esta maniobra determina la desaparición total de la sensibilización consiente de la rana.
•    A través de la misma articulación dirija ahora la punta del estilete hacia el conducto raquídeo introduciéndola en toda su extensión y moviéndola varias veces en la misma dirección, destruya la médula espinal. Observe las contracciones musculares consecutivas a la estimulación mecánica de la médula espinal.
•    Lave cuidadosamente la piel de la rana con agua de la llave y coloque el animal sobre la toalla de papel. Lávese luego las manos y en adelante utilice instrumentos quirúrgicos para la disección. Usando la tijera fina grande y la pinza, haga una incisión circular de la piel que pase por debajo de las axilas de la rana. Desprenda la piel que cubre el tronco y las extremidades posteriores, cortando todas las adherencias que lo fijan a los planos musculares.
•    Las secreciones cutáneas de la piel de la rana ejercen efectos tóxicos sobre los tejidos que se ven a estudiar, por ello conviene desechar el papel usado en la maniobra anterior y sustituirlo por papel encerado, que además no deseca los tejidos. Procure conservar la preparación aplicando sobre los tejidos solución Ringer, con un gotero.
•    Con la tijera corte a la altura del pubis los músculos de la pared anterior del abdomen y continúe la incisión hasta cada una de las axilas. Descubra las vísceras y desplácelas hacia el extremo cefálico. Seccione luego el intestino grueso en la porción más cercanas a la cloaca y llévelo también hacia adelante. Quedarán al descubierto dos órganos de color rojizo alargados a cada lado de la columna vertebral, son los riñones. Al separar estos órganos aparecen a cada lado de la columna las raíces de los nervios ciáticos. Justamente encima de estos, seccione con la tijera gruesa el tronco de la rana. Deseche la porción cefálica y lave cuidadosamente con solución Ringer la porción caudal.
•    Deseche con cuidado las raíces de los ciáticos en la región lumbo-sacra y pase por debajo de ellas hilos delgados previamente humedecidos con la solución Ringer. Ligue las raíces del ciático a uno o dos milímetros de su salida de la columna vertebral, observe las contracciones musculares provocadas por la estimulación mecánica. Con las tijera fina seccione las raíces entre la ligadura y la columna vertebral. En adelante mueva el nervio utilizando el hilo, procurando no distender ni tocar al nervio con los dedos o con los instrumentos metálicos. Nunca trate de manipular la preparación suspendiéndola por el nervio, ya que esta falta de precaución puede destruir sus propiedades fisiológicas.
•    Coloque ahora la preparación sobre su cara ventral y con la tijera fina separe los músculos internos y externos de la cara posterior del músculo en toda su extensión. Entre ellos se encontrará el nervio ciático acompañado de la arteria femoral.
•    Levante los músculos con la pinza de disección y secciónelos cuidando de no lesionar los ciáticos. Movilizando el nervio con el hilo, diséquelo desde sus raíces hasta su llegada al gastrocnemio, cortando con las tijeras finas todas las ramificaciones que van a los músculos del abdomen y del muslo. Debe respetarse íntegramente la terminación del nervio que va al gastrocnemio.
•    Coloque el nervio sobre el músculo gastrocnemio, con el objeto de que permanezca en contacto con una estructura  húmeda y no se exponga a ser arrancado del músculo. Libere todos los demás músculos del muslo de sus inserciones, de manera que el fémur quede completamente desnudo. Desarticule la cabeza del fémur con la tijera gruesa.
•    Libere la inserción del tendón de Aquiles en la parte posterior de la pata, procurando conservar adherido al tendón el hueso sesamoideo que forma el tobillo de la rana y separe cuidadosamente el gastrocnemio de los demás músculos de la pierna, conservando su inserción superior en el fémur, y la tibia. Coloque la preparación en una caja Petri que contenga solución Ringer.
•    El reporte de la práctica debe incluir los dibujos de los planos anatómicos observados, una descripción sobre la anatomía del corazón, así como los dibujos correspondientes, y una revisión sobre los músculos de las articulaciones posteriores de la rana acompañada de esquemas.

PRACTICA II.

CONDUCCIÓN DEL ESTÍMULO EN EL CORAZÓN DE LA RANA

Material:
1.    Rana
2.    Tabla de disección
3.    Franela
4.    Aguja para descerebrar
5.    Solución Ringer
6.    Dos vasos de precipitado
7.    Varilla de vidrio
8.    Pinzas mosquito y tijeras de Mayo para disección
9.    Hielo seco
10.    Vasos de precipitado
11.    Hilo delgado

INTRODUCCIÓN

Localización del marcapasos cardiaco

El estudio experimental de las principales propiedades del músculo cardiaco, así como la verificación de los datos fundamentales del ciclo cardiaco puede realizarse con gran facilidad en el corazón de la rana o la tortuga, se escogen estas estructuras por su gran resistencia aun aisladas del organismo, en tanto que la preparación sobre corazones de mamíferos exige condiciones de temperatura, oxigenación, etc., mucho más estrictas. Por otra parte, los hechos fundamentales que serán estudiados en el corazón de la rana o tortuga, son comparables a los del corazón de los mamíferos. Por ello, las propiedades fundamentales del funcionamiento cardiaco, fueron investigadas originalmente en los anfibios, antes de ser comprobadas en los mamíferos y posteriormente en el hombre. No obstante, ante esta semejanza funcional es conveniente poner de manifiesto las diferencias existentes para comprender cabalmente las funciones cardiacas en el hombre.

CARACTERÍSTICAS DEL CORAZÓN

Procedimiento
•    Realice la descerebración de la rana (practica numero 1).
•    Coloque al animal en decúbito dorsal sobre el papel encerado y en la tabla.
•    Abra la cavidad torácica y ponga al descubierto el corazón.
•    Observe las dos aurículas y compare la diferencia de color que muestran. Averigüe cual de ellas se contrae primero. Anote y explique sus observaciones.
•    Compruebe que la rana posee un solo ventrículo. Sujete cuidadosamente con hilo la punta del ventrículo para manipular al corazón. El ventrículo se comunica con una cavidad vascular, el bulbo arterioso, que más adelante se bifurca en dos aortas. Observe como se contrae el ventrículo y el bulbo arterioso con cada ciclo y anote las relaciones en tiempo que aprecie entre las contracciones de las aurículas, del ventrículo y del bulbo arterioso.
•    Levante el ventrículo para observar el seno venoso, que es el sitio donde confluyen las dos venas cavas y que se aprecian como un vaso amplio que desemboca en la aurícula derecha, cuyo límite es la estructura semilunar de aspecto blanquecino que puede observarse.

EL ORIGEN DEL IMPULSO CARDIACO

•    El impuso cardiaco se origina en una estructura muscular modificada llamada nodo seno-auricular o también marcador del paso (marcapaso). Es la parte más excitable del corazón; de allí el impulso se distribuye a las aurículas pasando al nodo aurículo-ventricular, siguiendo por el haz de Hiss y distribuyéndose al ventrículo por las ramificaciones de Purkinje.
En la experiencia tienda a demostrar la extrema sensibilidad de estas estructuras.

Procedimiento

•    Determine la frecuencia de las latidos cardiacos
•    Apoye sobre el ventrículo una varilla, previamente enfriada y bien seca. Deje la varilla durante un máximo de 10 segundos, al cual de los cuales debe sustituirse por otra en las mismas condiciones; repita este estímulo durante un minuto. Durante este procedimiento uno de los alumnos de la mesa deberá registrar la frecuencia cardiaca.
•    Repita el procedimiento anterior, pero aplicando el objeto frío sobre la aurícula izquierda, haga lo mismo sobre la aurícula derecha, y al final sobre el seno venoso. Anote los resultados.
Responda.:
¿Cuál es el efecto del frío sobre las estructuras excitables?
¿En que sitio se produjo mayor alteración de la frecuencia cardiaca?

Las estructuras correspondientes a las cavidades cardiacas, puede ponerse de manifiesto en el corazón de la rana mediante su aislamiento.


Procedimiento

•    Levante cuidadosamente el ventrículo, mediante la pinza y con la punta de la tijera seleccione las venas cavas pulmonares. Cuidando de no lesionar el seno venoso, seccione también el bulbo arterioso. Extraiga el corazón de la rana seleccionando cada uno de los vasos y elementos pericardiacos que aún le fijan. Esta maniobra debe realizarse con sumo cuidado, para conservar la integridad anatómica funcional de todo el miocardio. Deposite el corazón dentro de uno de los vasos de precipitado lleno de solución Ringer. Cuente la frecuencia cardiaca durante cinco minutos sin liberar la pinza.
•    Corte cuidadosamente entre el seno venoso y las aurículas, y deposite el fragmento venoso en el líquido de Ringer. Separe las aurículas de los ventrículos y colóquelos por separado en vasos de precipitado. Cuente durante cinco minutos los latidos de cada una de las cavidades. Anote los resultados.

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Parasites, ecosystems and sustainability:an ecological and complex systems perspective


Pierre Horwitza,*, Bruce A. Wilcoxb
aConsortium for Health and Ecology, Edith Cowan University, 100 Joondalup Drive, Joondalup, WA 6027, Australia
bAsia-Pacific Institute for Tropical Medicine and Infectious Diseases, John A. Burns School of Medicine, University of Hawaii, Honolulu 96822, Hawaii
Received 20 December 2004; received in revised form 16 March 2005; accepted 16 March 2005

Abstract
Host–parasite relationships can be conceptualised either narrowly, where the parasite is metabolically dependent on the host, or more
broadly, as suggested by an ecological–evolutionary and complex systems perspective. In this view Host–parasite relationships are part of a
larger set of ecological and co-evolutionary interdependencies and a complex adaptive system. These interdependencies affect not just the
hosts, vectors, parasites, the immediate agents, but also those indirectly or consequentially affected by the relationship. Host–parasite
relationships also can be viewed as systems embedded within larger systems represented by ecological communities and ecosystems. So
defined, it can be argued that Host–parasite relationships may often benefit their hosts and contribute significantly to the structuring of
ecological communities. The broader, complex adaptive system view also contributes to understanding the phenomenon of disease
emergence, the ecological and evolutionary mechanisms involved, and the role of parasitology in research and management of ecosystems in
light of the apparently growing problem of emerging infectious diseases in wildlife and humans. An expanded set of principles for integrated
parasite management is suggested by this perspective.
q 2005 Australian Society for Parasitology Inc. Published by Elsevier Ltd. All rights reserved.

Fisiología del sExO